El lifting de brazos, es una cirugía enfocada a mejorar la forma y firmeza de los brazos por alguna de las siguientes razones: corregir una disminución en el volumen de brazo tras una reducción importante de peso o mejorar el contorno corporal que pueda tener la piel de sus brazos descolgada.
Antes de la cirugía
Basándonos en la firmeza de la piel y en las condiciones de su cuerpo en la primera consulta le explicaremos las técnicas más apropiadas en su caso particular para llevar a cabo el lifting de brazos. Nos tiene que explicar sus expectativas de manera sincera, y nosotros le indicaremos las ventajas, riesgos y limitaciones de los tratamientos posibles.
Durante la cirugía
La intervención se realiza en una clínica u hospital con anestesia general, habitualmente el ingreso en hospital será de un día como mínimo. La cirugía dura unas dos o tres horas.
La incisión puede ser hecha bien solo en la cara interna del brazo cerca de la axila o puede ser necesario llevarla ala zona axilar. La elección se hace con el objetivo de que la incisión este colocada de forma que la cicatrices sean lo menos visibles posible. No olvide que las incisiones serán proporcionales a la cantidad de piel sobrante, y que para eliminar ésta no hay otra forma posible que realizar cicatrices. Habitualmente antes de la eliminación de la piel sobrante, se realizará una liposucción para facilitar la tracción de la piel.
Posteriormente se vendan los brazos o se coloca una prenda compresiva para realizar compresión en la zona y evitar complicaciones.
Después de la cirugía
Durante unos dias se sentirá cansada y molesta, la mayor parte de las molestias se calmarán con la medicación prescrita. Deberá estar en reposo de brazos, sin someter a tensión las suturas. Podrá hacer vida normal sin excesivas tensiones al cabo de una semana.
Las sensaciones extrañas en la piel y el hinchazón desaparecerán en unas semanas.
Preguntas Frecuentes
Como en cualquier intervención quirúrgica, hay riesgos asociados con la cirugía y la anestesia, así como complicaciones especificas de este procedimiento.
En las horas inmediatamente tras la cirugía, el sangrado puede causar malestar y edema. Esto mejora con la colocación de drenaje para evacuar la sangre de la herida en estas primeras horas. Aun así, hay un pequeño porcentaje que presentan hematoma y de infección.
También hay riesgo de dehiscencia de heridas (leves aperturas en la herida) si la piel tiene una tensión elevada, por lo que tiene que ser muy cuidadoso con los movimientos de las piernas durante las primeras semanas.
Algunas mujeres refieren áreas de piel con disminución de sensibilidad cerca de las incisiones. Estos síntomas habitualmente desaparecen con el tiempo, pero pueden ser permanentes en algunos pacientes.
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Las cicatrices serán proporcionales a la cantidad de piel sobrante que hay que retirar. Tras la cirugía las cicatrices estarán algo endurecidas y rosadas durante seis semanas al menos. Aunque este endurecimiento puede durar algunos meses. Con el paso del tiempo las cicatrices se irán difuminando hasta hacerse muy poco evidentes.